sábado, 12 de noviembre de 2016

El gato gordo del santuario

Después de adquirir un par de medallitas con la imagen de la Virgen en la tienda del santuario, al que hemos venido a pasar una mañana estupenda de sol, me encontré con una bonita sorpresa: un hermoso gatuso bicolor que andaba paseando por allí como el conoce el terreno a las mil maravillas. No parece asustarse de nosotros, pero no acude a mi llamada. Mi acompañante me cuenta que la última vez que visitó el lugar había toda una colonia de gatos, aunque por el momento no vemos ninguno más. Seguimos al gatuso, que cruza la carretera hacia el campo, y se introduce por una especie de oquedad natural de cañas secas. Lo que comentamos debe ser algo así como su guarida. ¿Habría más gatillos dentro?... Por el peso, parecía macho, por lo que puede que viviera solo.... Algo que me alegra mucho es comprobar que alguien ha puesto agua y comida abundante en sendas botellas vacias a los gatos junto a la "cabaña" de cañas. Ya es extraño ir por algún lugar de campo o parque y no encontrarse que alguna buena samaritana o samaritano, se acuerdan cada día de proporcionar su ración de comidita y agua a gatos y gatitos abandonados. Esperemos que el ejemplo cunda, y cada vez exista más conciencia de protección hacia estos animalitos que viven su vida libre sin molestar a nadie.
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