viernes, 12 de agosto de 2016

El siniestro viaje de Totoro

Los pasajeros del bus Madrid-Talavera viajaban sonrientes, frescos gracias al aire acondicionado, en una luminosa mañana de junio, pero no así nuestro bigotudo amigo Totoro, al que el subdesarrollado del conductor había obligado a viajar en los compartimentos reservados para transportar las maletas. Un viaje de más de dos horas para un asustadizo animal, en un habitáculo siniestro, solitario, oscuro y mal ventilado. Por fortuna, Totoro llegó sano y salvo a su destino...; no ocurre siempre así... El final de mis vacaciones tuvo una anécdota casi tan siniestra como el viaje de Totoro, cuando me acerco al taxista que me ha de llevar a mi destino, me pregunta como la cosa más normal del mundo “¿vas a meter el transportín en el maletero, no?.... Mi contestación no pudo ser más enérgica y contundente : “por supuesto que yo a mis gatos no los meto en el maletero”…. El "señor" accedió a regañadientes a que subieran a bordo, eso sí, cobrándome un plus porque el transportín ocupa un asiento más. La sequedad de mis palabras y mi actitud huraña hacia el tipo del taxi, al que ni siquiera saludé, creo que también contribuyó a que la factura subiera más que de costumbre. Sí, estuve seca, vale, pero es que no soporto a los que en pleno siglo veintiuno continúan considerando a nuestros queridos amigos, compañeros de viaje, como si fueran un simple objeto, una simple maleta, o un bolso de mano. Qué penita. Los gatos, conejitos, hamsters, perrritos, sobre todo los cachorros, no son cosas, son nuestros amigos de viaje y han de viajar siempre junto a su persona amiga; solo así les estaremos dando el trato que merecen.
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...